Peruanas asesinadas en Puerto Rico: móvil sería una deuda Uno de los asesinos de Carmita Uceda Ciriaco, de 47 años, y su familia, tenía deudas de alquiler con el esposo de ésta
La masacre a una familia de un ex militar en Puerto Rico, en el que murieron dos peruanas, fue perpetrada por al menos dos hombres armados motivados por la deuda de renta que uno de los sospechosos detenidos hasta ahora tenía con el patriarca de la familia, indicaron fuentes de la policía local.
El militar retirado Miguel Ortiz Díaz, de 66 años; su esposa, Carmita Uceda Ciriaco, y la suegra del hombre, Clementina Ciriaco López, las dos últimas de nacionalidad peruana, fueron baleados en su residencia del municipio de Guaynabo, al suroeste de San Juan.
Tras el crimen, los hijos de la pareja fueron secuestrados y uno de ellos, de 15 años, fue asesinado posteriormente. El otro, de 13 años, fue dado por muerto y lanzado de un puente a un río. El menor sobrevivió y buscó ayuda.
Las autoridades sindicaron a Christopher Sánchez Asencio, de 27 años, como sospechoso principal del crimen. El sujeto es inquilino junto a su madre de una residencia propiedad del militar retirado y se enfrentaba a un desalojo inminente por las deudas que tenía con él.
Sánchez Asencio se encuentra en poder de la policía y fue interrogado durante horas en la mañana de hoy. Sin embargo, aún no ha aceptado su responsabilidad en el crimen.
No obstante, en la tarde de hoy, José Bosch, amigo de Sánchez Asencio, se entregó a las autoridades por el mismo caso.
Bosch confirmó su participación en el crimen al alegar que llegó la noche del lunes a las 9:00 p.m. a la residencia donde ocurrió la matanza, en la urbanización Los Frailes, bajo engaño.
Sin embargo, reconoció que estuvo presente cuando el adolescente de 13 años fue golpeado en la nariz y lanzado por un puente a un río, en el barrio Guaraguao de Bayamón.
Hasta el momento el arma homicida no había sido recuperada. Sin embargo, el Departamento de Justicia y la Policía tenían previsto presentar las acusaciones criminales contra la pareja de jóvenes.
Caldero López señaló que las autoridades tienen suficiente evidencia para someterle cargos a Sánchez Asencio. De hecho, trascendió que se ocuparon vídeos de seguridad de la residencia donde ocurrió el salvaje crimen.
VÍCTIMAS PERUANAS
Carmita Uceda Ciriaco, de 47 años, y su madre Clementina Ciriaco López, de 71, son las víctimas de la tragedia que ha conmocionado Puerto Rico.
Ciriaco López era natural de Huaral y tenía grado instrucción completa, según se indica en su ficha de RENIEC.
Asesinato de peruanas en Puerto Rico: Sospechosos fueron acusados por crimen
Dos hombres fueron acusados en Puerto Rico de asesinato agravado por la muerte de un sargento del Ejército retirado y tres de sus familiares, entre estos dos peruanas, informó este jueves la Policía.
Christopher Sánchez Asencio y José Bosch Mulero, ambos de 27 años, enfrentan unos 40 cargos adicionales, entre ellos secuestro agravado de un menor y destrucción de pruebas. Están presos y se les fijó una fianza de US$8 millones a cada uno.
Las víctimas son Miguel Ortiz Díaz, de 67 años, su esposa, un hijo de 15 años y su suegra, muertos a tiros el lunes por la noche en su casa de Guaynabo, al suroeste de San Juan. Las dos mujeres eran peruanas.
Un menor de 13 años sobrevivió luego de ser apuñalado y lanzado desde un puente. En breves declaraciones a la prensa tras su arresto, Bosch dijo, “al chico que sobrevivió, lamento de veras lo que sucedió”.
La Policía cree que la familia fue asesinada porque Sánchez Asencio podía ser desalojado de una vivienda que Ortiz le alquilaba.
El chico de 13 años se recupera en un hospital. El diario El Nuevo Día recogió el testimonio del policía que lo auxilió. “Cuando están de rodillas, el hermano menor le dice a los adultos: ‘No lo mates, por favor que él cumple años hoy’. Luego le dijo a su hermano mayor: ‘Perdóname por todas las maldades que te hice. Te veo en el otro mundo’”, contó el agente.
Isadora Hernández, vocera del Departamento de Estado en Puerto Rico, dijo en entrevista con AP que dos puertorriqueños ofrecieron pagar los pasajes y la estadía de los familiares de las víctimas que viven en Perú.
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