
"Es difícil hacer una evaluación correcta del número de víctimas" y de "cuántas construcciones, cuántos edificios se derrumbaron", declaró a las agencias de noticias. Pero considerando a quienes se encontraban en el interior de sus viviendas, "estamos bastante por encima de los 100.000" muertos, manifestó medio moribundo el primer ministro.
"El parlamento haitiano se derrumbó; Las oficinas de rentas también se derrumbaron, las escuelas se demolieron; los hospitales también se derrumbaron", declaró el presidente haitiano, René Préval, agregando que se estima en miles de muertos los ciudadanos de la isla.
Asimismo, existen muchas escuelas con mucha gente muerta en su interior, añadió. El panorama de la capital es desolador, con edificios en ruinas y cadáveres en las calles es "inimaginable", narró el mandatario, quien junto a su mujer se salvó del desplome del palacio presidencial.

Por su parte los sobrevivientes de la tragedia, carentes de algún tipo de equipo de rescate, hacen labor imposible para desenterrar a las víctimas del terremoto que se encuentran atrapadas entre toneladas de concreto y fierros retorcidos.
Cabe señalar que horas después del terremoto que provocó el derrumbe de los edificios más importantes de la capital, el polvo cubría las ruinas de una ciudad irreconocible por la destrucción. Donde algunos sobrevivientes corrían asustados en búsqueda de refugio ante las réplicas constantes del sismo.
La cárcel principal de Puerto Príncipe también se derrumbó durante el sismo, precisando que algunos detenidos se habían escapado producto de la gran tragedia. Por su parte la portavoz de la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU, dijo que "entre 115 y 200 empleados expatriados de la ONU están desaparecidos".
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