Aumento del caudal del río Chancay pone en riesgo el puente rojo de Palpa en el distrito de Aucallama

 

El aumento del caudal del río Chancay, debido a las intensas lluvias en la sierra de Huaral, ha generado gran preocupación entre los pobladores de la zona. El nivel del agua ha aumentado considerablemente, poniendo en grave riesgo la estructura del puente rojo de Palpa, una de las principales vías de comunicación para los centros poblados del distrito de Aucallama.

La creciente preocupación de los pobladores de Palpa se intensifica tras el peligro inminente que enfrenta el Puente Rojo debido al aumento de caudal del río, que podría llevar al colapso de esta estructura vital para la conexión de varias comunidades.

El Puente Rojo, que une las localidades de Palpa, Caqui, Cruz Blanca, San José y Pueblo Libre, ha sido un elemento fundamental para el tránsito de miles de personas, quienes dependen de este paso para acceder a servicios básicos y para realizar sus actividades diarias. Sin embargo, la reciente crecida del río ha generado serias alarmas, pues la infraestructura se encuentra en condiciones críticas, lo que podría obstaculizar aún más la movilidad y comunicación de los habitantes de la zona.

Vecinos de las comunidades afectadas han alzado su voz de protesta, exigiendo una respuesta inmediata por parte de las Autoridades. Los habitantes insisten en la urgencia de realizar trabajos de rehabilitación, reforzamiento o, en el peor de los casos, la construcción de un puente alternativo que asegure la conectividad en la zona, evitando el colapso de una de las principales arterias de transporte.

"Es una situación de riesgo que ya hemos venido advirtiendo. La crecida del río no solo pone en peligro nuestras vidas, sino también el sustento diario de nuestras familias. Pedimos a las autoridades que actúen rápido antes de que sea demasiado tarde", manifestó un vecino de Pueblo Libre.

Mientras tanto, los pobladores siguen viviendo con el temor de que el puente pueda colapsar en cualquier momento, lo que agravaría aún más la situación, afectando el transporte, la salud, y la economía de la zona. 

Transportistas y pobladores temen por su seguridad al cruzar el puente, dado el deterioro evidente de la infraestructura. Sin embargo, hasta el momento, las autoridades locales han manifestado que no pueden ofrecer una solución inmediata, ya que consideran que es responsabilidad del gobierno central atender este tipo de emergencias.

El aumento del caudal del río Chancay ha sido una constante en los últimos días, y con las lluvias pronosticadas para las próximas semanas, el riesgo de un desastre natural sigue latente, mientras la comunidad aguarda una pronta intervención por parte de las autoridades competentes.

El Puente Rojo no solo tiene un valor histórico, sino que es una pieza clave en la infraestructura vial de la Comunidad. La posible pérdida de esta vía podría generar un colapso en la economía local, afectando el comercio y el acceso a servicios de salud, educación y otros recursos esenciales.